Linfoma no Hodgkin

El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer agresivo que afecta al sistema linfático, el cual puede manifestarse en personas de todas las edades; aunque es más común en adultos mayores.

ATENCIÓN INTEGRAL

Enfoque multidisciplinario en el tratamiento del linfoma no hodgkiniano

Acudir a un centro oncológico especializado para el tratamiento del Linfoma no Hodgkin es de vital importancia, ya que además de recibir una atención integral por parte de un equipo médico conformado por: oncólogos, hematólogos, radioterapeutas y otros profesionales de la salud; estos también disponen de tecnología de vanguardia y opciones terapéuticas actualizadas que pueden marcar la diferencia en el resultado del tratamiento.

Diseñar un plan de tratamiento eficaz y adaptado a las necesidades específicas del paciente es fundamental para enfrentar la enfermedad de manera óptima.

La supervivencia a largo plazo para el linfoma no Hodgkin ha mejorado significativamente en las últimas décadas, debido a los avances médicos en cuanto a su diagnóstico y tratamiento.

Diagnóstico

Abordaje personalizado

El tratamiento del linfoma no Hodgkin depende del subtipo y estadio de la enfermedad; por ello, nuestros especialistas se encargan de diagnosticar, tratar y vigilar cuidadosamente la evolución de la enfermedad.

Bienestar

Bienestar General

Mediante la psicooncología, le ayudaremos a enfrentar los desafíos emocionales con estrategias que le permitan lidiar con el estrés y la ansiedad, y mejorar su calidad de vida durante todo el proceso de tratamiento.

Especialista

El Especialista

Nuestros oncólogos tienen en cuenta las necesidades y preferencias del paciente al desarrollar un plan de tratamiento individualizado; donde también fomentan la toma de decisiones compartidas basadas en las opciones de tratamiento y sus posibles efectos secundarios.

¿Qué es el Linfoma no Hodgkin?

El linfoma no Hodgkin se origina cuando las células B, células T o células NK sanas del sistema linfático experimentan cambios y comienzan a crecer de manera descontrolada. Este tipo de linfoma comprende varios subtipos diferentes y puede presentar una amplia gama de signos y síntomas.

Tipos de Linfoma no Hodgkin

El linfoma no Hodgkin se subdivide en varios subtipos que se diferencian por la apariencia de las células cancerosas, el comportamiento clínico y otros factores. Estos son algunos de los subtipos más comunes de linfoma no Hodgkin:

Linfoma difuso de células grandes B (DLBCL)

Este es el subtipo más común de linfoma no Hodgkin en adultos. Las células cancerosas son grandes y se presentan de manera difusa.

Linfoma folicular (LF)

Este subtipo se caracteriza por la formación de nódulos o folículos en los ganglios linfáticos. Es un linfoma de crecimiento lento y puede afectar múltiples áreas del cuerpo.

Linfoma de células del manto (LCM)

La presencia de LCM se manifiesta a través de células pequeñas y redondas que se asemejan a las células del manto del folículo linfático. Es un linfoma de crecimiento rápido.

Linfoma de células del margen de la zona (MALT)

Se origina en el tejido linfoide de la mucosa asociada a los tejidos linfoides. Puede afectar diferentes órganos como el estómago, los pulmones y la glándula tiroides.

Linfoma de Burkitt

Este es un linfoma de crecimiento rápido que se caracteriza por la presencia de células grandes y proliferación intensa, siendo más común en niños y jóvenes adultos.

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Síntomas del linfoma no Hodgkin

Los síntomas del linfoma no Hodgkin pueden variar dependiendo del subtipo específico y la ubicación del cáncer en el cuerpo. Los signos más frecuentes son:

Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (cuello, axilas, ingle o encima de la clavícula).

Síntomas B (fiebre inexplicada, sudores nocturnos y pérdida de peso sin explicación).

Fatiga persistente y falta de energía.

Picazón en la piel, especialmente después de tomar una ducha caliente.

Dolor en el pecho, abdomen u otras áreas afectadas.

Causas y Factores de riesgo del linfoma no Hodgkin

Aún se están investigando las causas exactas del linfoma no Hodgkin. Sin embargo, se han identificado algunos factores de riesgo y posibles causas asociadas con esta enfermedad, entre ellos podemos mencionar:

Alteraciones genéticas:

Los cambios en el ADN pueden desencadenar la transformación de los linfocitos normales en células cancerosas. Estas alteraciones pueden ser heredadas o adquiridas a lo largo de la vida.

Infecciones virales:

Algunas infecciones virales como, por ejemplo: el virus de Epstein-Barr (EBV), el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus linfotrópico de células T humanas (HTLV-1), se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar linfoma no Hodgkin.

Inmunodeficiencia:

Las personas con sistemas inmunológicos debilitados, ya sea debido a una enfermedad genética, la toma de medicamentos inmunosupresores o una infección por VIH, tienen un riesgo más alto de padecer esta enfermedad.

Exposición a ciertos productos químicos y sustancias:

Algunos productos químicos y sustancias como el glifosato (un herbicida comúnmente utilizado) y ciertos solventes industriales, se han relacionado a la aparición de linfoma no Hodgkin.

Tratamientos para el linfoma no hodgkin

El tratamiento del linfoma no Hodgkin puede variar según el tipo y la etapa del cáncer, así como de las características individuales del paciente. Algunos de los tratamientos comúnmente usados en casos de linfoma no Hodgkin incluyen:

Quimioterapia:

Se utilizan medicamentos para destruir las células cancerosas en todo el cuerpo. La quimioterapia puede administrarse de forma oral, intravenosa o como una combinación de ambos.

Inmunoterapia

Esta terapia utiliza el propio sistema inmunológico del paciente para combatir el cáncer. Los medicamentos pueden estimular el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas.

Terapia dirigida

Se utilizan medicamentos que atacan específicamente las alteraciones genéticas o proteínas anormales en las células cancerosas, bloqueando su crecimiento y propagación.

Radioterapia

Se utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. La radioterapia puede administrarse de forma externa o interna, según el tipo y la ubicación del linfoma.

Trasplante de células madre

En algunos casos de linfoma no Hodgkin de alto riesgo o recidivante, se puede considerar un trasplante de células madre. Esto implica reemplazar las células sanguíneas dañadas por células madre sanas.

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