Cáncer de Huesos

El cáncer de huesos es considerado un tipo de cáncer raro, representando aproximadamente el 0.2% de todos los casos de cáncer diagnosticados cada año.

ATENCIÓN INTEGRAL

Aliados en su recuperación

En Panamá, esta enfermedad no figura entre las más comunes; sin embargo, su impacto en la calidad de vida de los pacientes y sus familiares es significativo. Nuestros especialistas le ayudarán a enfrentar esta enfermedad con avanzadas técnicas de diagnóstico y un enfoque terapéutico integral. La prevención, el conocimiento y la atención especializada son nuestras herramientas para combatir el cáncer de huesos.

El cáncer de huesos representa la tercera forma más común de cáncer en niños y adolescentes.

Los huesos más afectados por la enfermedad incluyen los de las piernas, los brazos, la pelvis y el cráneo.

Diagnóstico y Estadificación

La estadificación es un paso crítico que guía el plan de tratamiento. En nuestro centro, utilizamos tecnología de punta para asegurar que cada paciente reciba una evaluación exhaustiva y un tratamiento personalizado.

Bienestar General

El acompañamiento psicológico y nutricional es fundamental para afrontar el cáncer de huesos. Nuestros psicólogos ayudan a manejar el impacto emocional, mientras que los nutricionistas diseñan dietas que fortalecen el cuerpo durante el tratamiento.

El Especialista

Nuestros oncólogos tienen años de experiencia y formación continua. Su dedicación y conocimiento son el pilar de nuestra excelencia en el tratamiento del cáncer, brindando a los pacientes la confianza en una atención de calidad.

¿Qué es el cáncer de huesos?

El cáncer de huesos es una malignidad que se origina en el tejido óseo. Aunque es menos común que otros tipos de cáncer, su diagnóstico y tratamiento requieren de un enfoque especializado.

Tipos de cáncer de huesos

Existen varios tipos de cáncer de huesos, incluyendo:

Osteosarcoma:

Este tipo de cáncer de huesos generalmente se desarrolla en las células formadoras de hueso. Es más común en adolescentes y adultos jóvenes; aunque puede afectar cualquier hueso, aparece con mayor frecuencia en los huesos de las piernas, los brazos y la pelvis.

Condrosarcoma:

El condrosarcoma es un tipo de cáncer de huesos que se origina en el cartílago. Es más común en adultos y generalmente afecta a los huesos de la pelvis, los muslos, los hombros y las costillas.

Sarcoma de Ewing:

Se origina en los tejidos blandos que rodean los huesos, pero también puede afectar el tejido óseo circundante. Los huesos usualmente afectados son los de las piernas, los brazos, la pelvis y las costillas. El sarcoma de Ewing tiene mayor incidencia en niños y adolescentes.

Síntomas del cáncer de huesos

Los síntomas pueden variar, pero comúnmente incluyen:

Dolor óseo constante.

Hinchazón inusual cerca de un hueso.

Fracturas sin razón aparente.

Contáctanos
Agenda una cita
Solicite una consulta

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer de huesos se encuentran:

Antecedentes familiares:

Las personas con antecedentes familiares de cáncer de huesos tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Es importante tener en cuenta los historiales médicos familiares y discutirlos con un especialista.

Radioterapia previa:

Aquellos que han recibido radioterapia en el pasado, especialmente en la zona donde se desarrolla el cáncer de huesos, tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.

Enfermedades genéticas:

Algunas condiciones genéticas, como la enfermedad de Paget y la displasia fibrosa, pueden aumentar la susceptibilidad al cáncer de huesos.

Edad y género:

Algunos tipos de cáncer de huesos, como el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing, son más frecuentes en niños y adolescentes. Además, se ha observado que los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer de huesos que las mujeres.

Pruebas de detección

Algunas pruebas de detección utilizadas para diagnosticar esta enfermedad son:

Radiografías

Las radiografías son útiles para revelar áreas anormales de destrucción ósea o aumento de la densidad que podrían indicar la presencia de un tumor.

Resonancia Magnética (RM)

Esta prueba puede proporcionar información más precisa sobre el tamaño y la ubicación de los tumores, así como sobre el grado de invasión de los tejidos circundantes.

Tomografía Computarizada (TC)

La TC combina radiografías en múltiples ángulos para crear imágenes transversales detalladas de los huesos y los tejidos circundantes. Esta prueba ayuda a determinar la extensión del cáncer y si se ha propagado a otras áreas del cuerpo.

Biopsia

La biopsia consiste en tomar una muestra de tejido del área afectada para su análisis en el laboratorio. Esto permite confirmar el diagnóstico de cáncer de huesos y determinar el tipo específico de cáncer presente.

Tratamiento para el cáncer de huesos

El tratamiento del cáncer de huesos depende del tipo y la etapa de la enfermedad. En este sentido, puede incluir una o varias de las siguientes opciones:

Cirugía

La cirugía es frecuentemente utilizada para extirpar el tumor y cualquier tejido circundante afectado. Esto puede involucrar la eliminación parcial o total del hueso afectado, y en algunos casos, la reconstrucción con tejido o implantes artificiales.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas y prevenir su crecimiento y propagación. Se administra generalmente por vía intravenosa y puede ser utilizada antes o después de la cirugía.

Radioterapia

La radioterapia utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede ser administrada antes o después de la cirugía, o como un tratamiento único en casos en los que la cirugía no es posible.

Terapia Dirigida

Estas terapias se enfocan en atacar específicamente las células cancerosas, bloqueando las señales de crecimiento y división. Pueden ser utilizadas en combinación con otros tratamientos o como una opción de tratamiento independiente.

Prevención

Aunque no se puede prevenir por completo el cáncer de huesos, existen medidas para reducir su riesgo; entre ellas:

Mantener una dieta saludable y equilibrada (alimentación rica en frutas, verduras y alimentos bajos en grasa).

Realizar actividad física regularmente para fortalecer los huesos y mejorar la salud en general.

Evitar la exposición a radiación innecesaria.

Mantener un peso saludable.

Consultar regularmente a un médico para discutir cualquier preocupación o síntoma.

Especialistas de cáncer de huesos

Agendar Cita
Llamar
Whatsapp