Cáncer de Esófago en Panamá
El cáncer de esófago o esofágico está considerado como una de las neoplasias malignas más agresivas y mortales del tracto digestivo; esto lo lleva a ocupar la posición número 8 de los 10 principales tipos de cáncer a nivel mundial. Un buen enfoque oncológico puede incrementar su tasa de supervivencia.
Identificamos, tratamos y monitoreamos la evolución del paciente oncológico
Debido a su alta morbilidad y letalidad, el cáncer de esófago precisa un diagnóstico temprano, un tratamiento apropiado y un seguimiento exhaustivo donde se evidencie el progreso de la enfermedad. En Panama Cancer Clinic encontrará esto y mucho más, somos un centro oncológico integral donde no solo le daremos respuestas, sino que obtendrá las soluciones médicas y los resultados que ha estado esperando.

El cáncer de esófago prevalece más en los hombres que en las mujeres.

Los signos y síntomas pueden manifestarse cuando el cáncer tiene un 60% o más de avance.

Diagnóstico y Estadificación
Aunque esta frase parezca repetitiva, cuando se habla de cáncer el diagnóstico y tratamiento oportuno es fundamental para aumentar las probabilidades de supervivencia.

Bienestar General
Ser catalogado como paciente oncológico puede producir un gran choque emocional, por ello, contamos con profesionales en psicología oncológica que serán un gran apoyo en su lucha contra el cáncer de esófago.

El Especialista
Los médicos y cirujanos oncólogos más calificados y capacitados de toda Panamá, evalúan en conjunto cada caso para proporcionar al paciente el enfoque de tratamiento más idóneo y efectivo.
¿Qué es el cáncer de esófago?
El cáncer de esófago se produce cuando las células que recubren la capa interna del esófago cambian y se multiplican sin control, lo que conlleva a que se forme una masa tumoral que va creciendo progresivamente hacia afuera.
El esófago es una parte esencial del tracto digestivo, ya que a través de este conducto muscular se crea una conexión directa entre la garganta y el estómago, la cual permite que pasen líquidos y alimentos. El esófago tiene una apariencia tubular con una longitud aproximada entre 25 y 33 centímetros; la enfermedad puede aparecer en cualquiera punto de su anatomía.
La incidencia del cáncer de esófago varía dependiendo de la ubicación geográfica. Los adenocarcinomas predominan en Europa y América del Norte; mientras que el adenocarcinoma de células escamosas es más común en Asia y África.
Tipos de cáncer de esófago
El cáncer de esófago está categorizado por el tipo de células comprometidas. Para determinar el tratamiento a utilizar es imprescindible conocer qué tipo le afecta. Los principales tipos de cáncer de esófago son:
Adenocarcinoma:
Es el cáncer que se origina por la proliferación de células glandulares secretoras de mucosidad, suele evidenciarse con frecuencia en el extremo inferior del esófago (también conocido como esófago torácico inferior).
Carcinoma de células escamosas:
Las células escamosas son las que revisten la superficie esofágica; este tipo de cáncer se manifiesta frecuentemente en el esófago cervical y en el esófago torácico superior y medio; es decir, la parte superior y central del esófago.
Otros:
Aunque es extremadamente inusual, en el esófago pueden comenzar otras formas de cáncer, tales como: melanomas, linfomas, sarcomas y carcinomas de células pequeñas.
Etapas del cáncer de esófago
Conocer la gravedad y extensión del cáncer es realmente importante para determinar con precisión el método de tratamiento más efectivo para la neoplasia. El cáncer de esófago tiene 4 etapas, ellas son:
Etapa I:
El cáncer solo ha dañado la capa superior de las células que revisten el esófago.
Etapa II:
El cáncer ha comenzado a invadir las capas profundas del esófago, pudiendo haberse diseminado hacia los ganglios linfáticos adyacentes.
Etapa III:
El cáncer ha profundizado las paredes del esófago extendiéndose hasta los tejidos y ganglios linfáticos cercanos.
Etapa IV:
El cáncer de esófago ha invadido otras partes y órganos del cuerpo.
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Síntomas del cáncer de esófago
El cáncer de esófago generalmente no muestra signos en su estadio inicial; sin embargo, al avanzar puede manifestar síntomas como:
Disfagia (Dificultad para tragar).
Pérdida de peso inusual.
Dolor, ardor o sensación de presión en el pecho.
Acidez estomacal.
Indigestión.
Atragantamiento.
Dolor de garganta.
Tos.
Disfonía.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo es todo aquello que puede aumentar las probabilidades de que una persona desarrolle cáncer. En el caso del cáncer de esófago, los factores de riesgo son los siguientes:
Edad:
Las personas entre 45 y 70 años son las más propensas a padecer la enfermedad.
Sexo:
En los hombres el riesgo de cáncer de esófago es 4 veces mayor en comparación a las mujeres.
Raza:
Las personas de piel oscura tienen el doble de probabilidades de sufrir cáncer de esófago.
Tabaquismo:
Este es uno de los factores de riesgo más comunes en cualquier tipo de cáncer.
Alcoholismo:
El consumo excesivo y prolongado de bebidas alcohólicas aumenta exponencialmente el riesgo de que se produzca carcinoma de células escamosas del esófago.
Síndrome de Barrett:
Este trastorno puede generar cambios precancerosos en las células del esófago.
Acalasia:
Esta afección que interrumpe el paso de líquidos y alimentos hacia el estómago, también incrementa el riesgo de cáncer esofágico.
Tratamientos de radiación previos:
Haber estado expuesto a radioterapia en el área abdominal o en el pecho, puede acrecentar las posibilidades de sufrir cáncer de esófago.
Pruebas de detección
Entre las pruebas, estudios y procedimientos actualmente empleados en el diagnóstico de cáncer de esófago se encuentran:
Esofagograma con bario:
Durante el estudio de deglución, el paciente ingiere un líquido que contiene una cantidad controlada de sulfato de bario con la intención de que este recubra las paredes del esófago; posteriormente, se toman algunas radiografías para comprobar si existen o no áreas anormales en el interior del esófago.
Endoscopia:
En la endoscopia, el médico introduce por la garganta el endoscopio a fin de visualizar el esófago y detectar cualquier irritación o signo de cáncer.
Biopsia:
A través del mismo endoscopio se pueden extraer muestras de tejido del esófago para ser analizadas por el patólogo, el cual determinará si hay o no la presencia de cáncer. Si el diagnóstico es confirmado, el médico oncólogo puede recomendar exámenes adicionales para verificar la extensión del cáncer, estos pueden incluir: Ecografía endoscópica, tomografía computarizada, tomografía por emisión de positrones, broncoscopia, entre otros.
Tratamientos para el cáncer de esófago
El enfoque de tratamiento puede variar de acuerdo al tipo de células afectadas, la etapa y extensión del cáncer, el estado de salud actual del paciente y las preferencias personales del mismo.
Cirugía
En la mayoría de los casos, la cirugía es una de las principales opciones la cual puede ser combinada con otros métodos. Entre las cirugías más empleadas para el tratamiento del cáncer de esófago se encuentran:
Cirugía de extirpación de tumores pequeños: Aplica solo para los pacientes con cáncer superficial, limitado y sin diseminación más allá del esófago. El cirujano con la ayuda de un endoscopio puede extirpar la porción del cáncer y una parte adicional del tejido sano alrededor de la neoplasia.
Esofagectomía: El especialista extrae la sección cancerosa del esófago, una pequeña parte del estómago y los ganglios linfáticos adyacentes. La otra parte del esófago se conecta nuevamente al estómago.
Esofagogastrectomía: En este procedimiento, el cirujano debe extraer gran parte del esófago y el estómago; así como también, los ganglios linfáticos cercanos. Debido a esto, el resto del estómago debe ser reubicado un poco más arriba para unirlo de nuevo al esófago; si es necesario, el médico tomará una parte del colón para conectar de nuevo estas dos partes.
Cabe destacar que la cirugía de cáncer de esófago tiene un altísimo riesgo de complicaciones, donde se pueden producir hemorragias, obstrucciones, infecciones o la ruptura de la nueva unión entre el esófago y el estómago.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento común en los pacientes con cáncer, ya sea solo o en combinación con radioterapia. Sin embargo, en el cáncer de esófago se utiliza preferentemente antes o después de la cirugía. En pacientes muy avanzados, la quimioterapia se usa como un método adyuvante para paliar los síntomas del cáncer.
Radioterapia
En la radioterapia se aplican dosis de radiación en altas cantidades para eliminar las células cancerosas. Al igual que la quimioterapia, la radioterapia suele usarse antes o después de una intervención quirúrgica y, también, como método paliativo en pacientes en estadio IV.
Terapia dirigida
Es un tipo de tratamiento a base de medicamentos que se enfoca específicamente en las células cancerosas y que no afecta a las células normales. Este procedimiento puede combinarse paralelamente con la quimioterapia en aquellos pacientes que no respondieron favorablemente a los tratamientos previos.
Inmunoterapia
La inmunoterapia utiliza fármacos que ayudan al sistema inmune a combatir por sí mismo el cáncer de esófago; este método es especialmente utilizado en pacientes con cáncer avanzado, diseminado o recidivante.


¿Cómo prevenir el Cáncer de Esófago?
Las personas que deseen minimizar el riesgo de padecer cáncer de esófago necesitan:
Detener el consumo de tabaco y cigarrillos.
Dejar las bebidas alcohólicas o reducir su ingesta.
Aumentar la cantidad de frutas y vegetales en su alimentación.
Mantener un peso saludable.