Cancer de Cuello Uterino
Es una enfermedad causada por la presencia de células malignas en el tejido que recubre el cérvix uterino. El virus del papiloma humano (VPH), es considerado el principal factor desencadenante en la aparición del cáncer de cuello uterino.
Soporte médico integral en su proceso oncológico
En Panama Cancer Clinic brindamos un abordaje médico completo, guiando a nuestros pacientes con compromiso y dedicación en cada etapa. Establecemos planes de cuidado personalizados y no nos detenemos hasta ayudarlos a superar con éxito sus patologías.

El cáncer cervicouterino se encuentra incluido dentro de los 5 tipos de cáncer con más diagnósticos en la población femenina.

Los signos del cáncer de cuello uterino pueden pasar desapercibidos en su etapa inicial; sin embargo, una citología vaginal puede detectar a tiempo cualquier anomalía en esta zona.
Planificación y Organización
Conocer en qué etapa (estadio) se encuentra su cáncer de cuello uterino, nos ayudará a determinar con precisión cuál es el tratamiento más eficaz para usted.

Bienestar General
Con la finalidad de alcanzar los mejores resultados posibles, cada uno de nuestros pacientes es valorado por profesionales en el área de nutrición y psicología oncológica; dándole un enfoque integral a su esquema médico.

El Especialista
El trabajo conjunto de nuestros especialistas oncológicos, nos permite obtener una perspectiva más amplia del tratamiento a implementar; siguiendo a cabalidad la ejecución de lo planeado para conseguir resultados satisfactorios.
¿Qué es el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino, es una enfermedad que proviene del crecimiento incontrolable de las células glandulares o escamosas, que revisten la parte baja del útero. Internamente, el cuello del útero está conformado por el endocérvix (área recubierta por células glandulares) y el exocérvix (área recubierta por células escamosas).
Tipos de cáncer de cuello uterino
En el cáncer de cuello uterino predominan especialmente 2 tipos, los cuales detallaremos a continuación:
Carcinoma de células escamosas:
Alrededor del 90% de los cánceres de cuello uterino son de este tipo; siendo las células escamosas del exocérvix las que se desarrollan en favor del cáncer.
Adenocarcinoma cervical:
Gran parte del porcentaje de cáncer de cuello uterino restante, corresponde a la familia de los adenocarcinomas; este emerge de las células glandulares encargadas de la producción de mucosidad dentro del endocérvix.
Existe un tercer tipo de cáncer de cuello uterino muy poco común llamado adenocarcinoma escamoso o carcinoma mixto; el cual presenta simultáneamente características malignas tanto en las células escamosas como en las células glandulares.
Síntomas del cáncer de cuello uterino
Inicialmente, las señales en el precáncer de cuello uterino suelen ser prácticamente imperceptibles; sin embargo, a medida que avanza el cáncer también lo hacen sus signos. Cuando la enfermedad llega a un punto dónde ha incrementado considerablemente su tamaño o se ha diseminado a otras partes, la paciente puede manifestar con más frecuencia:
Dolor pélvico.
Sangrado vaginal después del coito.
Sangrado menstrual en mujeres menopáusicas.
Períodos menstruales irregulares.
Flujo vaginal anormal o cambios visibles en la secreción vaginal.
Fatiga.
Náuseas.
Pérdida de peso.
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Factores de riesgo
La presencia de uno o más factores de riesgo puede aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de cuello uterino; sin embargo, esto no es determinante. Hay muchas mujeres que cuentan con algunos de ellos, y aún así no padecen de cáncer.
Los factores de riesgo asociados al cáncer de cuello uterino son:
Antecedentes sexuales, sobre todo cuando existen infecciones por VPH (principal), VIH o clamidia.
Tabaquismo.
Sistema inmune comprometido; ya sea por padecer de enfermedades autoinmunes o por contar con un trasplante de órganos.
Consumo prolongado de anticonceptivos.
Haber tenido más de 3 embarazos a término.
Alimentación con bajo contenido de frutas, vegetales y verduras.
Antecedentes familiares de cáncer de cuello uterino.
Pruebas de detección
¿Cómo detectar el cáncer de cuello uterino?
Es recomendable comenzar a una edad temprana con los exámenes de detección de cáncer de cuello uterino (alrededor de los 25 años de edad).
Para ello, la persona puede realizarse pruebas de descarte del virus del papiloma humano (VPH) cada 5 años, o en su defecto, Papanicolaou cada 3 años.
La difusión de información sobre este tema y el incremento mundial en el uso de las pruebas de detección antes mencionadas, han ayudado a disminuir considerablemente la tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino.
Prevención
¿Cómo prevenir el cáncer de cuello uterino?
Mantener relaciones sexuales bajo la protección del condón, realizarse pruebas de detección rutinarias y aplicarse la vacuna contra el virus del papiloma humano.
Son algunas de las acciones preventivas más inteligentes que usted puede tomar contra el cáncer cervical. La evolución del cáncer de cuello uterino no es tan agresiva en comparación con otros tipos de cánceres. Así que, detectar el precáncer antes de que sea invasivo y tratarlo a tiempo, puede significar una gran ventaja en el proceso de recuperación.
Tratamientos del cáncer de cuello uterino
De acuerdo al estadio de su cáncer, el médico le puede sugerir cuáles son las opciones de tratamiento más recomendadas. En este plan de tratamiento, se toman en consideración factores como: la edad, el estado de salud actual y las preferencias particulares de la paciente.
Las formas más comunes de tratar el cáncer cervical son:
Cirugía de histerectomía simple:
En ella, el cirujano oncólogo se encarga de extirpar el útero; más no las estructuras cercanas a él, por ejemplo: ovarios, parametrio, ligamentos o ganglios linfáticos.
Cirugía de histerectomía radical:
Operación de extracción del útero, el parametrio y los ligamentos uterosacros.
Radioterapia:
En este procedimiento se utilizan rayos X de gran impacto para eliminar las células malignas del cáncer.
Quimioterapia:
En la quimio se administran medicamentos orales o intravenosos, que viajan por el torrente sanguíneo hasta encontrar el punto exacto donde reside el cáncer para atacarlo.
Terapia de medicamentos dirigidos:
Este método es totalmente diferente a la quimioterapia, aunque ambos tienen como objetivo la eliminación del cáncer. En la terapia dirigida, se ataca directamente las proteínas que alimentan el crecimiento de la enfermedad; de esta forma, se puede destruir o detener la “vida” del cáncer.
Inmunoterapia:
En la inmunoterapia el oncólogo suministra medicamentos que permiten fortalecer y reforzar el sistema inmunitario de la paciente; con la intención de que el mismo cuerpo aprenda a reconocer y eliminar las células malignas que lo habitan.


Complicaciones en el Tratamiento de Cáncer de Cuello Uterino
Entre los posibles contratiempos que pueden enfrentar las pacientes con cáncer de cuello uterino, tenemos:
Riesgo de que el cáncer recidiva al pasar algún tiempo de haberse recuperado.
Sufrir secuelas que impidan el correcto funcionamiento sexual, urinario o intestinal.
Adicionalmente, cada método de tratamiento o procedimiento aplicado trae consigo sus propias consecuencias, por ejemplo: La extracción del útero mediante cirugía causará inevitablemente infertilidad en la paciente. Por otra parte, la radioterapia y la quimioterapia pueden provocar problemas renales.