Cáncer de Cabeza y Cuello

Cada año, miles de personas son diagnosticadas con cáncer de cabeza y cuello, una enfermedad que no distingue, pero que muestra una mayor incidencia en hombres y en personas mayores de 50 años.

ATENCIÓN INTEGRAL

Ofrecemos un Manejo Multidisciplinario

El cáncer de cabeza y cuello es un cáncer desafiante que nos motiva a buscar soluciones innovadoras y tratamientos especializados. En Panama Cancer Clinic, no solo somos defensores incansables de la prevención y el diagnóstico temprano, sino que también brindamos una atención interdisciplinaria para el tratamiento de estas neoplasias, marcando una notable diferencia en la calidad de vida de nuestros pacientes.

El cáncer de cabeza y cuello abarca una variedad de tumores que se desarrollan en la boca, nariz, senos paranasales, glándulas salivales, garganta y caja de voz (laringe).

La tasa de mortalidad a nivel mundial aunque e significativa, ha ido disminuyendo paulatinamente, gracias a los avances en los métodos de detección y tratamiento.

Diagnóstico y Estadificación

Estos dos aspectos no solo determinan el alcance de la enfermedad, sino que también guían el plan de tratamiento más adecuado, aumentando las posibilidades de éxito y supervivencia.

Bienestar General

El tratamiento oncológico del cáncer de cabeza y cuello no solo busca erradicar la enfermedad, sino también asegurar el bienestar integral del paciente. Por ello, promovemos un enfoque multidisciplinario que incluye apoyo psicológico.

El Especialista

Contar con un especialista oncológico experimentado es vital. El conocimiento y las habilidades de nuestros médicos marcan una gran diferencia en el pronóstico de la enfermedad.

¿Qué es el cáncer de cabeza y cuello?

Los cánceres de cabeza y cuello abarcan un conjunto de enfermedades malignas que típicamente se desarrollan a partir de las células escamosas que revisten las mucosas de la región de la cabeza y el cuello, como la boca, la garganta y la laringe. Estos cánceres, conocidos como carcinomas de células escamosas de la cabeza y el cuello, constituyen la mayoría de los casos dentro de esta categoría.

Además de estos, los cánceres de cabeza y cuello pueden originarse en estructuras como las glándulas salivales, los senos, así como en los tejidos musculares o nerviosos de esta región anatómica. Aunque menos frecuentes, estos otros tipos de cáncer también forman parte de esta categoría de enfermedades malignas.

Tipos de cáncer de cabeza y cuello

Estas son las diferentes neoplasias que forman parte del cáncer de cabeza y cuello:

Cáncer de laringe:

Este tipo de cáncer comienza en la laringe, también conocida como la «caja de la voz». La laringe está ubicada en la parte superior de la tráquea y alberga las cuerdas vocales, desempeñando un papel crucial en la producción de sonidos y la respiración. El diagnóstico temprano es fundamental para un tratamiento efectivo, que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia, dependiendo del estadio y la extensión del cáncer.

Cáncer de faringe:

Este tipo de cáncer puede desarrollarse en diferentes áreas de la faringe, que es el conducto muscular que conecta la nariz y la boca con el esófago. Se divide en tres secciones: nasofaringe, orofaringe e hipofaringe. El tratamiento puede implicar cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos enfoques, dependiendo del tamaño y la etapa del cáncer.

Cáncer de boca:

Este tipo de cáncer afecta los tejidos de la boca, incluyendo la lengua, las encías, el paladar y el revestimiento de las mejillas. Los principales factores de riesgo para el cáncer de boca incluyen el consumo de tabaco y alcohol, así como la infección por el virus del papiloma humano (VPH). El tratamiento puede implicar cirugía para extirpar el tumor, seguida de radioterapia, quimioterapia o ambas.

Cáncer de cavidad nasal y senos paranasales:

Este tipo de cáncer se desarrolla en los senos paranasales, que son cavidades llenas de aire ubicadas alrededor de la nariz, dentro del cráneo. El tratamiento puede implicar cirugía para extirpar el tumor, seguida de radioterapia y/o quimioterapia según la extensión del cáncer.

Síntomas del cáncer de cabeza y cuello

Los signos y síntomas del cáncer de cabeza y cuello incluyen la presencia de un nódulo o protuberancia en el cuello, una úlcera en la boca o garganta que no cicatriza y provoca dolor, persistente dolor de garganta, dificultad para tragar y cambios en la voz como ronquera. Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por condiciones médicas menos graves. Por ello, se recomienda buscar atención médica o dental si se experimenta alguno de estos síntomas. Algunos síntomas comunes incluyen:

Contáctanos
Agenda una cita
Solicite una consulta

Cáncer de laringe

Los síntomas del cáncer de laringe pueden incluir ronquera persistente, dificultad para tragar, dolor de garganta y tos persistente.

Cáncer de faringe

Los síntomas del cáncer de faringe pueden variar según la ubicación del tumor, pero comúnmente incluyen dificultad para tragar, dolor de garganta persistente, cambios en la voz y protuberancias en el cuello.

Cáncer de boca

Los síntomas pueden incluir úlceras o llagas persistentes en la boca, dolor al tragar, dificultad para mover la mandíbula y cambios en la voz.

Cáncer de cavidad nasal y senos paranasales

Los síntomas pueden incluir congestión nasal persistente, secreción nasal con sangre, dolor facial o en los senos paranasales, y pérdida del sentido del olfato.

Factores de riesgo

Los cánceres de cabeza y cuello pueden tener diversas causas y factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo. Aquí se enumeran algunos de los principales:

Consumo de alcohol y tabaco

El consumo de alcohol y tabaco, incluyendo la exposición al humo de segunda mano y al tabaco sin humo, son los principales factores de riesgo para varios tipos de cánceres de cabeza y cuello, como el cáncer de cavidad oral, hipofaringe y laringe. Aquellas personas que consumen ambos, alcohol y tabaco, tienen un riesgo aún mayor de desarrollar estos tipos de cáncer en comparación con quienes consumen solo uno de ellos.

Infección por virus del papiloma humano (VPH)

Ciertos tipos de VPH, especialmente el VPH tipo 16, se han asociado con un aumento del riesgo de cánceres de orofaringe que afectan las amígdalas o la base de la lengua. La incidencia de estos cánceres relacionados con el VPH está en aumento en algunos países, y se estima que el VPH es responsable de la mayoría de los casos de cánceres de orofaringe.

Exposición laboral

La exposición ocupacional a ciertos agentes, como el polvo de madera, el amianto, las fibras sintéticas y otros productos químicos, puede aumentar el riesgo de desarrollar cánceres de cabeza y cuello. Por ejemplo, la exposición al polvo de madera se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de nasofaringe, mientras que la exposición al amianto y otras sustancias puede aumentar el riesgo de cáncer de laringe.

Exposición a la radiación

La radioterapia dirigida a la cabeza y el cuello, ya sea para tratar afecciones benignas o malignas, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de glándulas salivales.

Infección por el virus de Epstein-Barr

La infección por el virus de Epstein-Barr se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de nasofaringe y cáncer de glándulas salivales.

Ascendencia y trastornos genéticos

La ascendencia asiática, en particular la china, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de nasofaringe. Además, ciertos trastornos genéticos, como la anemia de Fanconi, pueden aumentar la susceptibilidad a desarrollar cánceres de cabeza y cuello a una edad temprana.

Pruebas de detección

Para detectar el cáncer de cabeza y cuello en etapas tempranas, se pueden realizar varias pruebas de detección, que incluyen:

Examen físico:

El médico llevará a cabo un examen exhaustivo de la cabeza, el cuello y la cavidad oral para detectar cualquier anomalía, bulto u otro signo de preocupación que pueda indicar la presencia de cáncer.

Endoscopia:

Se emplea un endoscopio, un dispositivo delgado y flexible equipado con una cámara, para visualizar directamente las áreas internas de la boca, la garganta y la nasofaringe. Esto permite una evaluación detallada de la mucosa y facilita la detección de posibles tumores o lesiones.

Biopsia:

Si se identifica alguna anomalía durante el examen físico o la endoscopia, se puede realizar una biopsia. Durante este procedimiento, se extrae una pequeña muestra de tejido sospechoso para su análisis en el laboratorio. La biopsia es fundamental para confirmar la presencia de cáncer y determinar su tipo y grado.

Imágenes por resonancia magnética (IRM) y tomografía computarizada (TC):

Estas pruebas de diagnóstico por imágenes proporcionan imágenes detalladas de las estructuras internas de la cabeza y el cuello. Ayudan a los médicos a evaluar la ubicación, el tamaño y la extensión del cáncer, lo que puede ser útil para planificar el tratamiento. La resonancia magnética y la tomografía computarizada pueden ser especialmente útiles para detectar la presencia de tumores en áreas difíciles de visualizar con otros métodos, como los tejidos profundos de la cabeza y el cuello.

Tratamientos para el cáncer de cabeza y cuello

El tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello puede variar y suele incluir una combinación de opciones como cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia. La elección del tratamiento específico para cada paciente depende de varios factores, como la ubicación y etapa del tumor, así como la edad y salud general del individuo.

Cirugía

Cuando se considera que el paciente es un buen candidato para la cirugía, se procede a extirpar el tumor y los tejidos circundantes afectados. La cirugía puede ser una opción tanto para eliminar el tumor primario como para extirpar ganglios linfáticos afectados.

Radioterapia

Este tratamiento utiliza radiación de alta energía dirigida al área afectada para destruir las células cancerosas. Puede ser administrada como tratamiento principal o en combinación con cirugía o quimioterapia.

Quimioterapia

La quimioterapia implica el uso de medicamentos, ya sea por vía oral o intravenosa, para atacar y destruir las células cancerosas en todo el cuerpo. A menudo se administra en combinación con otros tratamientos, como la radioterapia o la cirugía.

Terapia dirigida

Esta forma de tratamiento utiliza medicamentos diseñados para atacar específicamente las características moleculares del cáncer. Estos fármacos pueden bloquear el crecimiento y la propagación del tumor al interferir con procesos específicos en las células cancerosas.

Terapias biológicas

También conocidas como inmunoterapia, estas terapias utilizan sustancias que estimulan y refuerzan el sistema inmunológico del cuerpo para que pueda reconocer y combatir el cáncer de manera más efectiva. Pueden ayudar a detener el crecimiento del tumor y a prevenir la propagación de las células cancerosas.

Inmunoterapia

La inmunoterapia es un enfoque prometedor que estimula el sistema inmunológico del cuerpo para que reconozca y destruya las células cancerosas. Puede ayudar a reducir la carga tumoral y mejorar la respuesta del cuerpo al cáncer.

Estas opciones de tratamiento pueden usarse solas o en combinación, dependiendo de las necesidades individuales del paciente y las recomendaciones del equipo médico especializado en oncología. Es importante discutir todas las opciones disponibles con el médico para desarrollar un plan de tratamiento personalizado y efectivo.

Prevención

La prevención del cáncer de cabeza y cuello implica la adopción de medidas para reducir los factores de riesgo asociados con esta enfermedad. Aquí se detallan algunas estrategias de prevención:

Evitar el consumo de tabaco

El tabaquismo, ya sea fumando cigarrillos, pipas o cigarros, es uno de los principales factores de riesgo para el cáncer de cabeza y cuello. Abandonar el hábito de fumar y evitar la exposición al humo de segunda mano puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Limitar el consumo de alcohol

El consumo excesivo y prolongado de alcohol también está asociado con un mayor riesgo de cáncer de cabeza y cuello. Reducir la ingesta de alcohol o abstenerse por completo puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Practicar sexo seguro

Dado que ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH) pueden aumentar el riesgo de cáncer de cabeza y cuello, es importante practicar sexo seguro y utilizar preservativos para reducir la transmisión de esta infección.

Vacunarse contra el VPH

La vacunación contra el VPH puede ayudar a prevenir la infección por ciertos tipos de este virus que están asociados con el cáncer de cabeza y cuello. Es importante hablar con un médico sobre la vacunación, especialmente para adolescentes y adultos jóvenes.

Mantener una buena higiene oral

La higiene oral adecuada, que incluye cepillarse los dientes regularmente, usar hilo dental y visitar al dentista con regularidad, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de boca y garganta.

Evitar la exposición a sustancias tóxicas

La exposición ocupacional a ciertos productos químicos, como el amianto, el formaldehído y el polvo de madera, puede aumentar el riesgo de cáncer de cabeza y cuello. Tomar medidas para evitar la exposición a estas sustancias puede ayudar a reducir el riesgo.

Mantener una dieta saludable

Consumir una dieta rica en frutas, verduras y alimentos integrales, y limitar el consumo de alimentos procesados y ricos en grasas saturadas puede ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de cáncer de cabeza y cuello, así como de otros tipos de cáncer.

Realizar exámenes de detección

Aunque no existe una prueba de detección generalizada para el cáncer de cabeza y cuello, es importante estar atento a los signos y síntomas de esta enfermedad y acudir al médico si se experimentan síntomas como bultos en el cuello, úlceras en la boca que no sanan, dificultad para tragar o cambios en la voz. Un diagnóstico temprano puede mejorar significativamente las posibilidades de tratamiento exitoso.

Especialistas de cáncer de cabeza y cuello

Agendar Cita
Llamar
Whatsapp