El cáncer de hígado es una enfermedad que afecta a miles de personas en todo el mundo. Identificar los síntomas a tiempo y conocer las opciones de tratamiento disponibles son pasos cruciales para mejorar las probabilidades de éxito en el tratamiento.
El hígado es uno de los órganos más grandes y vitales del cuerpo, encargado de funciones esenciales como la desintoxicación, la síntesis de proteínas y la producción de bilis para la digestión. El cáncer de hígado, también conocido como carcinoma hepatocelular, es una forma agresiva de cáncer que se origina en las células hepáticas.
Síntomas del Cáncer de Hígado
Identificar los síntomas tempranos del cáncer de hígado puede marcar una gran diferencia en el pronóstico de la enfermedad. Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor abdominal: Un dolor constante en la parte superior derecha del abdomen puede ser un indicio temprano.
- Pérdida de peso inexplicada: La pérdida de peso significativa sin cambios en la dieta o el ejercicio.
- Fatiga crónica: Sentirse extremadamente cansado sin razón aparente.
- Hinchazón abdominal: Hinchazón o acumulación de líquido en el abdomen (ascitis).
- Ictericia: Coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a un exceso de bilirrubina en la sangre.
- Náuseas y vómitos: Sensación frecuente de malestar estomacal.
- Pérdida de apetito: Disminución significativa del deseo de comer.
- Heces blancas o arcillosas: Cambios en el color de las heces.
Es crucial buscar atención médica si se experimenta alguno de estos síntomas, ya que el diagnóstico temprano puede mejorar significativamente las opciones de tratamiento y el pronóstico.
Factores de riesgo del Cáncer de Hígado
Diversos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, entre ellos:
- Infecciones crónicas por Hepatitis B y C: Estas infecciones virales son responsables de la mayoría de los casos de cáncer de hígado en todo el mundo.
- Cirrosis: Cicatrización del hígado debido a diversas enfermedades hepáticas, incluido el alcoholismo crónico.
- Consumo excesivo de alcohol: El consumo prolongado y excesivo de alcohol puede dañar el hígado y llevar al desarrollo de cáncer.
- Obesidad y diabetes: Ambas condiciones están asociadas con un mayor riesgo de cáncer de hígado.
- Exposición a aflatoxinas: Toxinas producidas por mohos que contaminan alimentos como los granos y las nueces.
Diagnóstico del Cáncer de Hígado
El diagnóstico del cáncer de hígado generalmente involucra una combinación de pruebas:
- Análisis de sangre: Para evaluar la función hepática y detectar marcadores tumorales.
- Imágenes médicas: Ecografía, tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) para visualizar el hígado y detectar tumores.
- Biopsia hepática: Extracción de una pequeña muestra de tejido hepático para su análisis bajo el microscopio.
Opciones de tratamiento del Cáncer de Hígado
El tratamiento del cáncer de hígado depende de varios factores, incluyendo la etapa de la enfermedad, la salud general del paciente y la función hepática. Las opciones de tratamiento han evolucionado significativamente, ofreciendo múltiples enfoques que pueden ser personalizados según las necesidades de cada paciente. Aquí se detallan las principales opciones de tratamiento disponibles para el cáncer de hígado:

Resección Hepática
La resección quirúrgica implica la eliminación del tumor junto con una porción del tejido hepático circundante. Esta opción es viable en casos donde el cáncer está confinado a una parte del hígado y el resto del órgano funciona adecuadamente. La resección hepática puede ser una solución curativa, especialmente en etapas tempranas del cáncer.
Trasplante de Hígado
El trasplante de hígado implica reemplazar el hígado enfermo con un hígado sano de un donante. Esta opción es particularmente útil para pacientes con cirrosis avanzada o tumores múltiples que no pueden ser removidos quirúrgicamente. Los pacientes deben cumplir ciertos criterios para ser considerados candidatos para el trasplante, y la disponibilidad de donantes puede ser un desafío.
Ablación
Las técnicas de ablación son procedimientos que destruyen directamente las células cancerosas. Son menos invasivos que la cirugía y se utilizan principalmente cuando el tumor es pequeño y no se puede extirpar quirúrgicamente.
Ablación por Radiofrecuencia (RFA)
La RFA utiliza ondas de radio para generar calor y destruir las células cancerosas. Un electrodo de aguja se inserta directamente en el tumor y se aplica corriente de alta frecuencia.
Crioterapia
La crioterapia congela y destruye las células cancerosas utilizando nitrógeno líquido o gas argón. Es particularmente útil para tumores pequeños y puede repetirse si es necesario.
Embolización
La embolización es un procedimiento que bloquea el flujo sanguíneo hacia el tumor, privándolo de oxígeno y nutrientes esenciales, lo que provoca la reducción o muerte del tumor.
Quimioembolización Transarterial (TACE)
En TACE, se inyectan medicamentos de quimioterapia directamente en la arteria que suministra sangre al tumor hepático, seguidos de materiales que bloquean la arteria. Esto concentra la quimioterapia en el tumor y minimiza la exposición al resto del cuerpo.
Radioembolización (Y-90)
Este procedimiento implica la inyección de pequeñas esferas radiactivas (Y-90) en la arteria hepática que suministra sangre al tumor. Las esferas liberan radiación directamente al tumor durante varias semanas, matando las células cancerosas.
Terapia Dirigida
La terapia dirigida utiliza medicamentos que específicamente atacan las proteínas o genes que promueven el crecimiento de las células cancerosas, minimizando el daño a las células sanas.
Inmunoterapia
La inmunoterapia estimula el sistema inmunológico del cuerpo para reconocer y combatir las células cancerosas. Ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento del cáncer de hígado.
Radioterapia
La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Se puede utilizar en combinación con otros tratamientos para mejorar los resultados.
Radioterapia externa
Esta técnica dirige rayos de alta energía desde una máquina externa hacia el tumor. Es útil para aliviar el dolor y otros síntomas cuando la cirugía no es una opción.
Radioterapia Estereotáctica (SBRT)
SBRT entrega una dosis alta de radiación precisa al tumor en un corto período de tiempo. Es altamente efectiva para tumores pequeños y específicos.

“El cáncer de hígado es una enfermedad seria, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, las probabilidades de éxito pueden aumentar significativamente”.
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Dr. Roberto García C.
Oncología / Cirugía Mínimamente invasiva /
Mastología Avanzada